domingo, 29 de junio de 2014

La izquierda clásica debe de desertar del sistema y ponerse enfrente

Por Javier Caso Iglesias | Analista Político

La mayoría de los/as analistas políticos del espacio ciudadano de ruptura llegan a la conclusión de, por una parte, la imposibilidad de competir por parte de la izquierda clásica con espacios ciudadanos muy participados como Podemos o Ganemos Barcelona, si se compite con ellos IU/ICV quedará como fuerza testimonial a semejanza del KKE griego; la única opción para la izquierda clásica, que está estancada en lo electoral y con una base social muy mayor en edad, es integrarse en estos espacios políticos ciudadanos y populares y, dentro de ellos, defender sus ideas y candidatos/as.

De no ser así y se optara por competir en lo electoral por parte de la izquierda clásica IU/ICV con los espacios ciudadanos de ruptura, la estocada será definitiva para las organizaciones ubicadas en la izquierda del sistema. No pueden rivalizar electoralmente con el espacio de ruptura, pues quedarían como opciones marginales como el KKE en Grecia; la única opción para la izquierda clásica es que sus organizaciones deserten de la comodidad que les aporta el sistema y se incorporen, como uno/a más, a estos nuevos espacios ciudadanos de ruptura con la casta.

En relación a la noticia del ofrecimiento del Baltasar Garzón y de Mayor Zaragoza para reunir a los grupos que buscan el cambio social, decir que es muy positivo que diferentes espacios sociopolíticos como Convocatoria Cívica o SUMA intenten realizar una labor de mediación, pero han de ser conscientes que tienen que dejar el protagonismo del proceso a la generación que está haciendo verdaderamente mover el tablero de juego; pues además de una crisis política e institucional, la crisis que vivimos es también un proceso de ruptura generacional; ahora les toca el protagonismo a personas con el coraje político, el liderazgo y la juventud de Ada Colau, de Pablo Iglesias y de Alberto Garzón entre otros/as.

La función y labor de espacios como Convocatoria Cívica o SUMA es apoyar incondicionalmente estos procesos de empoderamiento ciudadano y popular que demanda la gente y que en su día no supieron o pudieron articular.

Además no creo posible una coalición como la que proponen Baltasar Garzón y Mayor Zaragoza, esa es una terminología vieja que no se adapta a los nuevos tiempos; El lugar hacia dónde se camina es hacia un nuevo proceso constituyente, con nuevas formas de relación política; es hacia procesos muy participados por la gente, procesos de unidad ciudadana, procesos de ciudadanización de la democracia.

El espacio de las coaliciones ya es el propio, y además en exclusiva, de esa gran coalición que a no tardar mucho protagonizarán los partidos del turno (PP-PSOE) para intentar salvar a este sistema al servicio de los mercados financieros-especulativos y que funciona en lo político al dictado de la Troika.

viernes, 27 de junio de 2014

Ada Colau ofrece a CUP, a Podemos, a ICV y a EUiA unirse en las municipales en Barcelona

Por Javier Caso Iglesias | Analista Político

Ada Colau además de hacer mucho en favor de la Unidad Popular y del empoderamiento real de la ciudadanía lo hace bien, en la presentación de Ganemos Barcelona, con la vista puesta en buscar apoyos para disputar a CIU la alcaldía de Barcelona, ofrece a CUP, a Podemos, a ICV y a EUiA unirse en una única candidatura ciudadana y popular para las elecciones municipales.

Entre los asistentes al acto de presentación de Ganemos Barcelona este pasado jueves día 26 de junio de 2014, había representantes vecinales y también políticos como Joan Herrera, Ricard Gomà (ICV), David Fernández (CUP), David Companyón (EUiA) o portavoces de Podemos, entre otros.

Ada Colau, exportavoz de la PAH, hace hincapié en que el proyecto no es aún ninguna candidatura, que Guanyem Barcelona "no es la plataforma ni el chiringuito de Ada Colau" y que, si alguna vez es candidata, lo será tras un proceso democrático.

Lo que toca ahora, como certeramente indica Íñigo Errejón de Podemos, es "Pensar que tenemos que ir hacia el proceso constituyente, no de unas siglas sino de una herramienta de unidad popular, que siga siendo capaz de sumar".

viernes, 13 de junio de 2014

En PODEMOS será necesario evitar la tentación organizativa para que funcione ese sistema de nodos o enjambre

Por Raimundo Viejo Viñas (Vigo, 1969). Teórico político y activista gallego relacionado con el 15M y movimientos sociales anteriores. Es doctor en ciencia política por las universidades de Santiago de Compostela y Humboldt de Berlín.

Atención y cuidado con las trampas del framing. El régimen sabe perfectamente por donde atacar a Podemos y esto tiene un nombre: tentación organizativa.

La gramática política de Podemos es la del monstruo gramsciano: o bien se declina como piensa algunos, hacia una organización de partido (lo que desea Izquierda Anticapitalista y que sin duda tendrá mucho eco en la ignorancia política de un personal tan bien intencionado como ajeno a las mutaciones de la constitución material), o bien se comprende en toda su potencia constituyente y de ruptura con el régimen (lo que me consta que también tienen claro algunos compañeros bien posicionados en el proceso).

Desde el régimen, bajo cualquiera de sus expresiones políticas (PSOE, IU, El País, etc.), ya se ha comenzado a intentar ubicar a Podemos en un encuadramiento político conveniente a la domesticación de su potencia. Se ha querido primero limitar podemos a donde querriá haberlo visto IA, esto es, en una extrema izquierda escisión (IU) de la escisión (PSOE); una suerte de tercer vaso comunicante que recogiese los restos de los restos de los restos... Así funciona la lógica de exclusión hasta dejar al votante bloqueado en la abstención diciendo, pensando y haciendo tonterías impolíticas.

Ahora que Podemos ha conseguido romper esta barrera en el régimen cunde el pánico y por eso mismo se interpela desde la lógica institucional del pacto de gobierno, de la coalición electoral, de cuanto es propio de la cultura de la transición. Perfectamente consciente de que en Podemos habitan contradicciones y buscando intensificarlas para provocar su implosión, los cantos de sirena del "os dejamos tocar poder" han comenzado. En este contexto no puede haber error más grande que plegarse a esta lógica.

Podemos conoce donde radica su éxito: en la gente, en la multitud que impulsó sus primarias, en la composición social que estas visibilizaron. El secreto en Podemos, como antes en CUP y más adelante en lo que está por venir radica en un método en realidad muy sencillo: el método de la radicalización democrática, el método de los muchos, el método de la democracia absoluta de la multitud. Ese desbordamiento del régimen es el horizonte en el que se debería pensar. El resto es entregarse a lo mismo de siempre aupando, en el mejor de los casos, a algunos (pocos) de los nuestros.

viernes, 6 de junio de 2014

Casta, militantes y ciudadanos

Por Javier Caso Iglesias | Analista Político

La aparición en escena de Podemos es consecuencia del momento político que estamos viviendo. Un momento político en el que la ciudadanía más consciente pide a gritos empoderarse, tener el derecho permanente de decidir en sus manos y delegarlo lo menos posible; pues la ciudadanía se ha dado cuenta que, cada vez que delega su capacidad de decisión, crea una casta político/institucional que la engaña miserablemente laborando contra los propios intereses de los representados.

Así que en este siglo XXI en el que estamos este tsunami democrático, que tanto el grado de conciencia de la ciudadanía y las nuevas tecnologías permiten, está indicando que si se puede gestionar un país prescindiendo de su casta política/institucional; poniendo en sus sustitución a los propios ciudadanos que de forma temporal y a cambio de un salario moderado ejercerán el mandato de ese gobernar obedeciendo que estos nuevos tiempos demandan, más cuando esos ciudadanos son personas altamente cualificadas de brillantes currículum y procedentes de la generación de españoles mejor formada de nuestra historia.

En estos días estamos viendo como las diferentes castas partitocráticas están intentando salvarse de la quema. Estamos viendo los desesperados intentos, en especial los de la "izquierda", por trasladar las decisiones y las elecciones de esa casta a los militantes de sus partidos. Recientemente observábamos como IU de Andalucía iba a someter a primarias la elección de su candidato a presidir la Junta de Andalucía; lo mismo le ocurre al PSOE que, de la noche a la mañana, su oligarquía de barones ha decidido que al próximo Secretario General del partido lo elijan los militantes.

No obstante estos métodos ya se han quedado obsoletos nada más nacer, pues esto era lo que tocaba haber hecho en las últimas décadas del pasado siglo XX por parte de los partidos políticos. En el siglo XXI lo que toca no es empoderar a la militancia, sino empoderar a la ciudadanía como está haciendo Podemos. Esta realidad ha cogido con el paso cambiado a toda esa "izquierda" que creía que con una mínima operación de maquillaje estético iba a seguir manteniendo vivo el poder de su casta oligárquica.

Ahora de lo que se trata, una vez que el tsunami de Podemos lo ha puesto en el primer orden de la agenda, es hacer entender que ya no nos valen las partitocracias por muy refrendadas, por los militantes de los partidos clásicos, que lo estén; ahora lo que hay que entender es que a la ciudadanía hay que empoderarla de verdad, ofreciéndole a esta ciudadanía, de una forma constante, la capacidad de decidir y de autoempoderarse sin castas ni oligarquías que la representen.

El principio fundamental en estos momentos es ese que dice que la emancipación de la ciudadanía será obra de ella misma, pues de no ser así no será. Este camino también es el que deberá emprender, antes o después, el resto de organizaciones que deseen ser tenidas en cuenta por la ciudadanía y ubicadas dentro del espacio de ruptura con el sistema y el régimen.

Aquí ya no va nadie a convocar a nadie para repartirse el pastel, pues ese pastel ya no lo reparten jerarquías o nomenclaturas; lo que toca hacer es abrir procesos de empoderamiento ciudadano y popular por parte de las organizaciones de los de abajo y de los de izquierdas.

Las reglas del juego político, también las de la llamada "izquierda", han sido quebradas. Ni siquiera ese empoderamiento de la militancia que están intentando, como digo, el PSOE e IU las salvará de este tsunami democrático, ciudadano y popular que se ha desatado y que los resultados de Podemos no son más que la punta del Iceberg.

El lugar político que algunos ocupamos ahora es el que hemos ocupado siempre. En las pasadas elecciones municipales el lema del movimiento ciudadano con el que presentamos candidatura fue: "nos quitamos nosotros para que se ponga la ciudadanía". Ese es el lugar político en el que nos seguimos manteniendo. En cuestión de principios no hemos cedido ni un milímetro, al contrario, vemos con alegría que esta forma de hacer política y relacionarse haya sido refrendada por la ciudadanía con más de un millón de votos. Siempre hemos dicho desde los movimientos ciudadanos que las siglas nos daban igual, que también nos daba igual estar nosotros u otras personas en las candidaturas, pues no tenemos ningún afán personal en esto; pero que íbamos a ser muy persistentes en la defensa de los principios y en ello estamos.

El ofrecimiento que he realizado, para formar parte del Equipo de Trabajo de Pablo Iglesias encargado de organizar la Asamblea Ciudadana de PODEMOS, responde a ello. Me da igual si termino siendo su asesor o no, eso es totalmente secundario e irrelevante; lo que nos importa a los movimientos ciudadanos en los que participo es que se hable del contenido del documento que le hago llegar y cuyo enlace a continuación os dejo: http://goo.gl/ekvI2J

jueves, 5 de junio de 2014

Ofrecimiento para formar parte del Equipo de Trabajo de Pablo Iglesias encargado de organizar la Asamblea Ciudadana de PODEMOS

Por Javier Caso Iglesias | Votante y Simpatizante de PODEMOS, Funcionario de Carrera y Analista Político

Esta comunicación, que dirigiré al correo-e habilitado al efecto (circulos@podemos.info) es una carta de ofrecimiento para formar parte del Equipo de Trabajo de Pablo Iglesias encargado de organizar la Asamblea Ciudadana de PODEMOS. Me ofrezco como Asesor a Pablo Iglesias y su equipo sobre todo para una cuestión fundamental, la de hacer entender la esencia de este proyecto de empoderamiento y emancipación ciudadana, de este proyecto PODEMOS que labora por la ciudadanización de nuestra democracia.

En este sentido decir que considero algo fundamental que vaya ¡Todo el poder a los Círculos! como Miguel Urbán, Miembro del comité de redacción de la revista Viento Sur, expone en un brillante artículo del mismo título; es más, considero que hemos de ir más allá y conseguir poner todo el poder en la ciudadanía. Solo de esta forma la ciudadanía se empoderará, pues todo lo que no sea esto termina en estructuras burocráticas que perpetúan este sistema de casta que padecemos, sistema al servicio de los mercados financieros-especulativos y en contra de las personas.

Por tanto ¡Todo el poder a los Círculos! ¡Todo el poder a la ciudadanía! para que se escuche de verdad la voz de la gente. Pero que esto sea de verdad, no vayamos a terminan confundiendo a los Círculos y a la ciudadanía con nuevas ejecutivas de poder, de estos Círculos, que traten de representarla aplicando aquella máxima del despotismo ilustrado del "Tout pour le peuple, rien par le peuple" (todo para el pueblo, pero sin el pueblo).

Los Círculos no deben de transformarse en fines en sí mismos, sino en medios al servicio de esa ciudadanía; por tanto hemos de diseñar, perfilando bien, la función de los Círculos, de sus Equipos de Coordinación y de sus Comisiones de Trabajo. No debemos de permitir que los Equipos de Coordinación de los Círculos o sus Comisiones de Trabajo sean lugares cerrados y estancos. Han de ser espacios vivos, abiertos totalmente a la participación. No han de ser un nuevo sanedrín alojador de la vanguardia, no han de ser una nueva oligarquía para jugar a la sucesión político-institucional en las instituciones, al conocido "quítate tu para ponerme yo"; pues esto no sería otra cosa que una nueva exégesis de "el gatopardismo" "lampedusiano": "Algo debe cambiar para que todo siga igual".

A los que deben de contribuir los Círculos y sus Equipos Coordinadores es a hacer efectivo en la práctica el artículo 9 de la constitución, ese que la partitocracia siempre nos ningunea; en concreto su artículo 9.2, ese que alienta a promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo sean reales y efectivas; removiendo los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitando la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.

No se trata pues de convocar Asambleas y constituir Círculos para elegir Ejecutivas o Equipos Coordinadores que detenten el poder y decidan por todos/as. Se trata de empoderar a la ciudadanía misma. Se trata de alentar que las decisiones que nos afecten, todas, las tomen los ciudadanos mismos. Alentar pues la libre iniciativa de los ciudadanos, saberla canalizar creativa y constructivamente sin alienarla ni encorsetarla; dejarla fluir para así ir poniendo en libertad los elementos de la nueva sociedad. En este momento esto es posible, pues lo permiten las nuevas tecnologías.

Los Equipos Promotores, Coordinadores o Portavoces de los Círculos tienen que ser contingencias de posibilidad, estimuladores y verdaderos arietes de la libertad y la democracia, equipos que luchen infatigablemente contra todo tipo de alienación o fantasmagoría reificante que pueda encorsetar o dificultad el ejercicio pleno de los derechos de ciudadanía, de esos derechos fundamentales que recoge la Declaración Universal de los Derechos Humanos y nuestra Constitución. La libertad de expresión, de reunión, de recepción y difusión de la información sin injerencias ha de ser una de nuestras primeras banderas a desplegar. La verdad nos hará libres.

La segunda bandera a desplegar es eliminar todos los obstáculos que imposibiliten garantizar una verdadera democracia real, una verdadera radicalidad democrática. Igual que la más plena democracia ha de ser el principio esencial de los Círculos y de sus Equipos de Gestión, facilitando la más absoluta participación y transparencia en todo lo que se haga, llevando para ello a cabo todo tipo de reunión con las puertas abiertas y sin restricciones; lo mismo ha de acontecer en otros espacios como por ejemplo el laboral.

En este sentido apuntar que es hora ya de que la democracia pase del umbral de los centros de trabajo, es hora ya de que la democracia entre en las empresas y dejen de ser gestionadas con métodos medievales de ordeno y mando. La participación de las fuerzas del trabajo, de los ciudadanos que desempeñan sus funciones en una empresa, ha de ser posibilitada y sus sugerencias tenidas en cuenta. No somos siervos de la gleba, somos seres humanos con derechos; seres humanos que pretenden también autorealizarse en su trabajo. Primero teniéndolo y luego pudiendo decidir en el mismo y sobre el mismo. En esto nos pueden servir de ejemplos varios países europeos dónde la cogestión de las empresas (Mitbestimmung) es la clave del éxito de sus economías. Como recientemente se decía en un artículo en el diario Público: "La parte del modelo alemán que no se quiere importar, la cogestión de las empresas es uno de los tabúes para la patronal española". Afirmándose en ese artículo lo siguiente: El modelo alemán es el ejemplo a seguir para España, insisten una y otra vez los empresarios y dirigentes del Partido Popular. Sin embargo, prefieren seleccionar sólo algunas partes del menú y obvian otros logros de dicho modelo, entre otras cosas el que trata del modelo de cogestión que da voz y voto a los empleados en los órganos directivos de las empresas.

Por lo tanto la clave de esta nueva etapa de PODEMOS, esta nueva etapa que comenzará con su gran Asamblea Ciudadana del próximo mes de octubre en la que se decidirá el tipo de organización y la forma de hacer política de PODEMOS, ha de estar en el pleno derecho a decidir de la ciudadanía; pleno derecho a decidir, pleno derecho a participar, pleno derecho a opinar que se ha de practicar por PODEMOS tanto fuera como dentro de su organización en estos tiempos que demandan a gritos una implicación policéntrica.

Para finalizar este ofrecimiento, para formar parte del Equipo de Trabajo de Pablo Iglesias encargado de organizar la Asamblea Ciudadana, decir que ahora más que nunca, y como recomiendan los compañeros y compañeras de Paralelo 36, seamos coadyuvantes para conectar. Es obvio que no es fácil porque el desarrollismo ha inoculado el virus de la competencia, la desconfianza, el individualismo y el mercantilismo en la política. Pero la cooperación política tiene como principal requisito cambiar la forma de entender la política y las relaciones políticas, sobre la base de la confianza y la generosidad.

Un fuerte abrazo.