miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ayer falleció Santiago Carrillo Solares


Pedro González de Molina | Licenciado en Historia, máster en RRII. Afiliado de FETE-UGT y miembro de Construyendo la IZQUIERDA

Ayer falleció Santiago Carrillo Solares, uno de los personajes más emblemáticos del siglo XX español. Figura controvertida, que no deja indiferente a nadie, luchador incansable por la democracia y por un mundo más justo, más humano. Militó desde muy joven, siendo Secretario General de Juventudes Socialistas entre 1934-36, fue Comisario de orden público en Madrid cuando el gobierno republicano abandonó la ciudad para marchar a Valencia ante la inminencia del ataque franquista sobre la ciudad. Ya en el exilio sustituyó en los 60 a Dolores Ibarruri, "la Pasionaria", como Secretario General del PCE, cargo que tuvo hasta 1982, al dimitir por los malos resultados ante un PSOE en ascenso, dando paso a Gerardo Iglesias. Luchador antifascista incansable, y uno de los artífices de la política de "reconciliación nacional" tras el fracaso de la invasión al valle de Aran.

Durante los 70 realizó el giro hacia el eurocomunismo encarnado por Berlinguer y Marchais, alejándose de las posturas de la ortodoxia soviética tras la invasión soviética a Checoslovaquia y el aplastamiento de la revolución que fue llamada la "Primavera de Praga" (1968).

Durante la Transición, tras el fracaso de la "Ruptura democrática" contra la Dictadura, asumió un papel moderador. Casi 40 años de Dictadura antipolítica, sumado al miedo y sobre todo a la aversión por la posibilidad de repetir unos sucesos como en el 36 imposibilitaron dicha ruptura. En aquel momento era preferible la democracia, aunque hubiese que comulgar con ruedas de molino, que no tenerla y continuar unos años más en la dictadura. Se prefirió poder influir en el proceso de construcción democrática, que quedarse al margen, contra un contrincante que poseía todo el aparato del Estado, los medios de comunicación, el poder económico y la Iglesia, la correlación de fuerzas no jugaba a favor de las fuerzas democráticas. Por supuesto este giro posibilista y los malos resultados de 1982, ante un PSOE en ascenso, supuso que fuese considerado un "traidor" por sectores del PCE y por sectores de la extrema izquierda. Su posterior acercamiento al PSOE, tras los fracasos de diversos experimentos como el PTE, terminó por acabar con las simpatías que le quedasen en su antiguo partido. Con el tiempo, y tras el fiasco del PSOE de Zapatero, se fue acercando mucho a la figura de Llamazares. En todo este tiempo, a pesar de dar un paso atrás en la política activa, no paro de escribir, tanto libros como artículos, dar conferencias, acudir a tertulias, charlas, etc., intentando aportar un punto de vista diferente en una sociedad necesitado de referentes éticos.

Hoy, el día después de su muerte, sectores del PCE, como de la derecha mediática, han aprovechado para ajustarle cuentas. Lo que más me entristece es que ciertos sectores del PCE lo hayan hecho sin hacer un sólo análisis histórico al respecto, es un pena que abandonasen el materialismo histórico y dejasen de estudiar  Historia. La crisis actual del sistema democrático y económico ha permitido la introducción de un pensamiento crítico con la Transición, que hacía falta, pero muchas de las apreciaciones que se hacen se hacen desde posturas maximalistas, sin atender al contexto de la época y sus dificultades, lo que nos lleva a tirar el agua sucia y el niño detrás, haciendo una enmienda a la totalidad del proceso histórico. Por supuesto no quita que a día de hoy sea necesario comenzar una segunda transición en España, y lograr todo lo que no se pudo lograr en aquella, avanzando hacia un nuevo proceso Constituyente y a una radicalización democrática, incluida en el ámbito de la economía, donde esta se ponga al servicio de los ciudadanos y no al servicio de los egoísmos particulares.

Conocí a Santiago Carillo en el Gabinete de Prensa, ya hace doce años, donde dio una charla aprovechando que mi padre lo había traído para inaugurar la Fundación Juan Negrín, en Las Palmas de Gran Canaria. Fundación que pretendía ser un referente en Canarias de construcción ideológica de izquierdas. Fue una mañana inolvidable y un placer poder escuchar a una persona de unas convicciones firmes, honesto y honrado, un ejemplo de lucha y sacrificio, una mente clara y analítica, que había vivido todos los avatares del siglo XX en España. Don Santiago era un pedacito de Historia en forma de persona, un referente ético para una época falta de referentes en la izquierda, con su muerte el mundo es un lugar un poco más triste, un poco más oscuro. Pero el nunca abandono la esperanza de transformar el mundo en un lugar mejor, esa esperanza es la que nos debe llevar a luchar por ese mundo más justo, por superar desde la izquierda el capitalismo financiero que amenaza con empobrecernos a todos y poner en suspenso la democracia.

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