La Interviú Express consta de cinco preguntas a bocajarro a nuestro entrevistado, en esa ocasión le serán formuladas a Javier Caso de LA IZQUIERDA. Son las siguientes:
¿Por qué te llaman el ideólogo de LA IZQUIERDA?
Yo no soy ningún ideólogo de nada, simplemente un ciudadano que tiene las ideas muy claras de qué es lo que toca en este momento histórico en el que vivimos; y en este momento histórico lo que toca es desplegar, por parte de la izquierda alternativa de este país, políticas de amplios consensos que sean capaces de agrupar al conjunto de las fuerzas transformadoras y del ecologismo político al objeto de terminar con una fase caracterizada por un bipartidismo austericida que recorta derechos y prestaciones sociales al dictado de la Troika y de los mercados financieros-especulativos. Para conseguir este fin hemos de hacer mucha pedagogía política en el seno de las organizaciones de izquierdas y del ecologismo político a fin de que sumen juntas. Más que ideológico este es un trabajo praxeológico.
¿Será posible conformar un verdadero Frente Amplio, Ciudadano y Popular, sin exclusiones?
La fórmula es muy sencilla, lo único que exige es coherencia y dejarse de hegemonismos; ANOVA y AGE lo están demostrando en Galicia. Se trata de un simple acuerdo de acción política e institucional de mínimos. Se trabaja en todo aquello en lo que se esté de acuerdo y si existen desacuerdos en alguna cuestión puntual cada organización mantendrá su propia línea de actuación tanto en lo político como en lo institucional. Lo importante en estos casos es tratar de consensuar la mayor parte de las cuestiones posibles y en el resto mucha tolerancia. LA IZQUIERDA PLURAL ya lo hace a nivel europeo incluso en lo relativo a la adscripción de grupos parlamentarios. Lo importante no son las etiquetas o banderas bajo las que cada cual se significa, sino que todos rememos en el mismo sentido con una idéntica hoja de ruta que previamente haya sido consensuada ampliamente por todos/as.
¿Y cómo se consigue consensuar una misma hoja de ruta?
Con una metodología de relación diferente a la que ha venido usando la izquierda política durante el siglo XX. En el siglo XX la consigna en lo interno y organizativo de las organizaciones progresistas era "bolchevique", o sea, intentar conquistar a la mitad más uno de los miembros de un partido para imponer las ideas de una parte al conjunto de la organización. Lo que yo llamo la vota-botacracia (http://goo.gl/5k5lLV), esto es, la utilización del mecanismo del voto para botar (excluir) de las decisiones a una parte importante de la organización. Y a esta imposición de los criterios de una parte a la totalidad lo llamaban, equivocadamente, democracia. En realidad era una poliarquía, no una democracia. La democracia requiere el respeto y el reconocimiento del otro, no su exclusión. La democracia solo se construye a través del consenso, pues el todo es más incluso que la suma de las partes. El todo democrático multiplica, mientras que la poliarquía, a lo sumo, agrega; en su acepción gregaria, esto es, hace seguir ciegamente ideas e iniciativas ajenas.
¿Es el actual el momento de la democracia como modelo de relación?
Es el momento de dar a cada cual lo que demanda. Y esa demanda es que el modelo de relación entre las organizaciones y personas que pertenecen a una misma clase social, en este caso la desfavorecida por estar desposeída de los medios de producción y de la capacidad de decisión sobre los mismos, ha de ser plenamente democrático. Los de abajo nos hemos de organizar de una forma democrática, pues eso es lo que todos/as deseamos en este momento por ser lo más operativo. Hemos entendido, como solía decir el filósofo José Ortega y Gasset, que "toda verdad ignorada prepara su venganza"; y ya no queremos ignorarnos pues no deseamos vendettas entre nosotros, sino plena armonía para alcanzar el común objetivo de terminar con toda forma de dominación y emanciparnos de todo tipo de esclavitud, también de la esclavitud asalariada y precarizada en la que vivimos.
¿A las elecciones europeas irá toda la izquierda y el ecologismo político unido?
Es lo que se debería de conseguir. Muchas organizaciones lo tiene muy claro o conseguimos articular un Frente Amplio no excluyente o habrá una abstención muy amplia y activa. La ciudadanía no quiere ser engañada de nuevo, es obvio que no va a amparar con sus votos la pugna por que la cremallera de nomenclaturas partitocráticas lleve en las candidaturas electorales más dientes de un lado que de otro. En este sentido ya se va entendiendo que no son las nomenclaturas las que han de ir en las candidaturas, sino aquellas personas que, a través de primarias ciudadanas abiertas, decida el pueblo soberano. Por mi parte estoy confiado en que a las elecciones europeas seremos capaces de presentar una candidatura unitaria de toda la izquierda y del ecologismo político; y no solo a las elecciones europeas, deberíamos ser capaces de hacer lo mismo para las próximas autonómicas y municipales y las generales que vendrán después. Al bipartidismo austericida que recorta derechos y prestaciones sociales al dictado de la Troika y de los mercados financieros-especulativos hay que ubicarlo en el lugar en el que merece estar, en el cubo de basura de la historia.
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