El artículo de Patxo Unzueta ¿No votar o votar no?, publicado en el diario El País el pasado día 22 de enero de 2013 (http://goo.gl/APaKx), ha generado un intenso debate sobre el derecho a decidir.
Desde mi punto de vista el derecho a decidir se ha de defender siempre. El derecho a decidir es irrenunciable para la ciudadanía.
Como les decía hace un par de días a mis compañeros de Construyendo LA IZQUIERDA (CLI) sobre la realidad política en Catalunya: "pienso que la tendencia hacia el independentismo se irá desactivando en el momento en que surja a nivel estatal un referente político de izquierdas consecuente con el federalismo que lo predique y que lo aplique cuando gobierne. En la actualidad el PSOE no encarna ese referente político, pues el PSOE es una opción socioliberal y juancarlista e IU-PCE es solo federal en sus escritos, en su práctica política es más centralista que UPyD. El proyecto republicano de IU-PCE es centralista y españolista hasta la médula. En la última asamblea de Izquierda Unida se ha visto esto a las claras en su modelo organizativo. A las federaciones de la propia organización se les ha cortado toda autonomía, cada día pintan menos; ya ni las finanzas ni los listados de afiliación controlan, la todopoderosa Unidad de Afiliación y Recaudación (UAR), que se gestiona desde Olimpo, es la que lo gestiona todo. Cualquier disensión con la dirección será resuelta a través del bloqueo económico primero y de la intervención política después. Las potestades estatales otorgadas por los estatutos al CPF de IU son ilimitadas a estos efectos".
Es obvio que el zeitgeist (el espíritu de los tiempos) va en un sentido determinado en Catalunya, pero en ese ámbito, en ese debate nosotros no hacemos más que perder el tiempo si en el mismo nos enfangamos en luchas entre nosotros. Lo nuestro es otra cosa si queremos que el federalismo pinte algo. De no ser así, tanto con el seguidismo de las fuerzas soberanistas como con el no seguidismo llegaremos al mismo sitio, esto es, a ninguna parte.
Si creemos en el federalismo o en el confederalismo hemos de intentar hacerlo posible, en esto hemos de poner todos nuestros esfuerzos. Lo primero es preguntarnos ¿por qué no es posible conformar un estado federal? ¿Por qué cada día más fuerzas políticas en las nacionalidades históricas apuestan por la independencia? ¿Por qué los ciudadanos las apoyan cada día con más convicción?
La respuesta es sencilla. No existe una fuerza política de ámbito estatal con un programa federal creíble. La vieja izquierda tradicional (PSOE e IU-PCE) está derrotada. Ya no nos sirve. Y su programa federal no se percibe como cierto, es un programa de cara a la galería. Mientras no seamos conscientes de esto daremos palos de ciego. Mientras no nos pongamos a construir una fuerza política estatal de nuevo tipo, agrupando en ella en lugar destacado a las izquierdas federales de las nacionalidades históricas, no avanzaremos. Izquierda Unida no es esto. IU-PCE genera recelos y alergia en las izquierdas federales de las nacionalidades históricas, no es su referente, pueden sumar con IU, pero no es su referente estatal, ni lo es a nivel europeo. A más tardemos en ponernos a ello más difícil será revertir la situación y más irrepresentativa será la opción que representamos.
Por mi parte sugeriría también hacer un análisis desde el punto de vista del ciudadano. Hay que analizar cómo percibe el ciudadano a las diferentes fuerzas políticas, qué espera de ellas. El análisis del ciudadano suele ser otro algo diferente al que realizan los especialistas cuando escudriñan los programas electorales de los partidos. Los ciudadanos no suelen leerse los programas, votan más por intuición. Hemos de adentrarnos en qué les dice a los ciudadanos su intuición. Qué perciben en la CUP para que las últimas encuestas digan que duplicaría su representación de celebrarse ahora elecciones, o en ERC o en C's. Pienso que los ciudadanos votan una forma nueva de ver y de hacer las cosas. Pienso que hay un comportamiento muy pragmático en la ciudadanía, sea esta más o menos de izquierdas. Ellos perciben que algunas fuerzas políticas, su mensaje, está agotado y optan, sencillamente, por los que representan algo nuevo que surge con fuerza y convencimiento. El barómetro del GESOP muestra claramente esto que digo. En él se dice lo siguiente:
"El primer barómetro político elaborado después de las elecciones del 25-N por el Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) para EL PERIÓDICO revela que la inestabilidad creada debilita aún más a CiU, que con el 25,2% perdería entre 8 y 10 escaños, mientras que refuerza a ERC (16,9%), que obtendría 27-28 diputados. El PSC prosigue su caída según la encuesta de GESOP, que le concede 18-19 escaños (13,4%), seguido de cerca del PPC (11,5%), con 16-17 diputados. La encuesta sitúa a ICV-EUiA (10%) con 12-13 diputados, los mismos que le otorga a C's (9,8%). La CUP duplicaría escaños, pasando de los 3 actuales a 6-7 (5,2%)".
Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social.
Nota: Si es de su interés pueden ampliar la información sobre este barómetro político del GESOP en el siguiente enlace.-