Por Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social
Decía el filósofo George Berkeley que "ser es ser percibido". O lo que es lo mismo expresado en un lenguaje más actual: Las formas conforman.
Cabría preguntarse qué formas percibimos, la mayoría de las personas y organizaciones sociales que representamos a la ciudadanía, en la candidatura que impulsa Pablo Iglesias para que nos entusiasme tanto.
Lo primero que percibimos es coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Esto es algo que la ciudadanía ha dejado de ver en las organizaciones que representan a la vieja izquierda política, las del lado izquierdo del sistema como también se las conoce.
Esto que percibimos en PODEMOS, o sea, en la candidatura que impulsa Pablo Iglesias, solo lo hemos percibido hasta ahora en la periferia del Estado de la mano de ANOVA en Galicia, de COMPROMÍS en el País Valencià o de las CUP y de Procés Constituent en Catalunya. En el resto del estado estábamos huérfanos de un referente político y electoral que nos representara fielmente desde un paradigma de horizontalidad y participación, de igual a igual y a través de procesos abiertos a la ciudadanía, en la elaboración de los programas electorales y en la confección de las candidaturas.
Otra cosa que percibimos en "PODEMOS, QUÉ DECIDA LA GENTE", es su decidida y sincera apuesta por la unidad de todas las organizaciones políticas y sociales en una misma candidatura electoral para las Elecciones Europeas de Mayo de 2014 (PODEMOS, IU, ANOVA, ICV, COMPROMÍS, CHA, MÉS, EQUO, CUP, ...). Una unidad que se debe y puede forjar a semejanza de esos Acuerdos para la Unidad de Acción Política y Electoral que tiene establecidos ANOVA en Galicia. Dado que ANOVA y PODEMOS tienen una gran semejanza, pues ambas son también percibidas como una síntesis integradora de esos dos grandes movimientos ciudadanos de ruptura, esto es, una síntesis integradora de la SYRIZA griega y de Movimiento 5 Estrellas (M5E) italiano.
Por último percibimos en PODEMOS una gran coherencia en sus propuestas. Su decálogo de medidas y propuestas concretas es lo que sentíamos como falta en otras iniciativas ciudadanas que se movían en la ambigüedad y en la complacencia con el sistema al que no se atrevían, verdaderamente, a cuestionar. Y nada mejor para evidenciar esta coherencia de PODEMOS en relación con otras iniciativas políticas que mostrar a continuación su decálogo, es el siguiente:
1.- Una candidatura por la recuperación de la soberanía popular: es la ciudadanía la que tiene que decidir, no la minoría egoísta que nos ha traído hasta aquí. Primero van las necesidades de la gente. La austeridad y los recortes ahogan la economía y nuestras vidas. Hay que derogar el artículo 135 de la Constitución española y una moratoria para llevar a cabo una auditoría ciudadana de la deuda qué determine qué partes de la misma no son legítimas; las deudas ilegítimas no se pagan. Es necesario una política alternativa que establezca un impuesto sobre las transacciones financieras y el control sobre el movimiento de capitales, así como la nacionalización de la banca privada. Las administraciones que en nuestro país han asumido las recetas de la austeridad son la prueba de la inutilidad de las mismas para resolver los problemas de la gente. Queremos una candidatura que se opone por tanto a los recortes que en nombre de la austeridad se aplican por parte del Gobierno del PP en el Estado pero también por parte del PSOE y otros partidos en diferentes Comunidades Autónomas. Queremos otra Europa, justa, la de los derechos y la democracia, no la de la rapiña y el desprecio a los pueblos.
2.- Una candidatura que, frente a unos gobiernos al servicio de la minoría del 1% reivindique una « democracia real » basada en la soberanía de los pueblos y en su derecho a decidir su futuro libre y solidariamente. La democracia no nos da miedo a las y los demócratas; estamos encantados y encantadas de que escoceses y catalanes puedan hablar y decir qué futuro desean. Por tanto, que apoya la celebración de la consulta convocada en Catalunya para el 9 de noviembre.
3.- Una candidatura que defienda los salarios y pensiones dignas, una fiscalidad progresiva para que paguen más los que más tienen, que persiga el fraude fiscal, que rechace los despidos en empresas con beneficios, y que apueste por el reparto de todos los trabajos, incluido el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Es fundamental defender condiciones de trabajo dignas para una juventud condenada a la precariedad eterna o al exilio.
4.- Una candidatura por el derecho a la vivienda digna. Hay que impulsar un parque de vivienda pública, así como un modelo de alquiler social seguro y digno. Se puede y se debe terminar con el drama humano de los desahucios, paralizándolos todos y aprobando la dación en pago retroactiva, como exige la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
5.- Una candidatura que rechace todas las privatizaciones de servicios públicos y bienes comunes: la educación, la sanidad, la justicia, el transporte, la información, la vivienda o la cultura, que defienda la reversión de las mismas y apueste por su gestión democrática. Son derechos y deben estar bajo control público. Una candidatura que defienda una democracia radical donde los referéndums vinculantes y las ILP formen parte destacada de un nuevo ordenamiento jurídico tras un proceso constituyente.
6.- Una candidatura que combata la violencia machista y defienda el derecho de las mujeres sobre su propio cuerpo y, por lo tanto, el derecho a decidir si quieren interrumpir o no su embarazo. Y que defienda asimismo la libertad de orientación e identidad sexual contra toda forma de discriminación y homofobia. Una candidatura por el inquebrantable derecho a ser y amar como se quiera.
7.- Una candidatura que apueste por un cambio de modelo productivo que esté al servicio de las personas a través de una reconversión ecológica de la economía, por la nacionalización y socialización de las empresas energéticas y por la soberanía alimentaria.
8.- Una candidatura que defienda los derechos de ciudadanía para todos y todas y exija la derogación de las leyes de extranjería. Una candidatura para un país donde todas y todos seamos ciudadanos y nadie sea invisible, presa de la sobreexplotación, la persecución o la marginalidad por la xenofobia institucional.
9.- Una candidatura que rechace las intervenciones militares, que defienda la salida de la OTAN y sea firme defensora de las relaciones solidarias entre los pueblos.
10.- Una candidatura que sea el resultado de un proceso participativo abierto a la ciudadanía, en la elaboración de su programa y en la composición de la lista paritaria, basada en los criterios de presencia de activistas sociales, políticos y culturales, con rotatividad de cargos e ingresos equivalentes al salario medio. Una candidatura con compromiso de transparencia y rendimiento de cuentas, cuyos recursos financieros sean independientes de la banca privada y de los “lobbies”.
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