Un muy buen artículo para reflexionar de Pedro Chaves Giraldo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, aparece en el día de hoy en Público (goo.gl/4Edo2u).
Por mi parte pienso que se abre un nuevo ciclo político, una nueva forma de entender las relaciones políticas e institucionales en el que se desarrollarán nuevos papeles y roles.
Ahora lo que toca es conformar una verdadera alternativa a los Partidos del Turno (PP-PSOE). IU ha de asumir ese nuevo papel si no quiere seguir siendo la eterna muletilla del bipartidismo (Andalucía, Extremadura, ...).
Los nuevos espacios políticos y ciudadanos de ruptura es lo que están planteando, al igual que en Grecia se hace necesario conformar una alternativa a la Gran Coalición de la derecha y el socialiberalismo.
En nuestro país hay que hacer lo mismo, pues el PP y el PSOE son las dos caras de la misma moneda, ya no valen medias tintas. Hay que ubicarlos frente a nosotros.
IU, hasta ahora, no ha sabido hacer el papel de Syriza; por eso surgen alternativas como Podemos o Equo-Compromís-Cha. Espacios que seguirán creciendo y terminarán sumando juntos. Espacios políticos y ciudadanos que tienen claro que hay que confrontar con el PP-PSOE y no ser su eterna muletilla.
El balón, como siempre, está en el tejado de IU. Cada día las circunstancias apremian más a cambiar su orientación estratégica y sus formas de relación con los demás. De no ser así se le seguirán dando alas al bipartidismo para que afirme que "hagáis lo que hagáis, siempre ganamos los mismos". Y es obvio que esto ocurra, pues el bipartidismo carece, a nivel estatal, de alternativa seria; solo se ve frente a él dos muletillas que lo ayudan a mantenerse, una en su lado izquierdo (IU) y otra en su lado derecho (UPyD).
Como en Grecia hace Syriza o en Italia el M5S, en nuestro país necesitamos una alternativa creíble y eficiente al sistema y al régimen. Ese es el camino que han de tratar de recorrer, de forma unitaria, opciones como Podemos, Equo-Compromís-Cha e IU-ICV-Anova. No queda otra. O eso o la actual marginalidad al servicio del actual modelo bipartidista.
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