Cowboy from Brooklyn. Reseña del autor y del libro
Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social
Fuente: Pasión por la dialéctica (http://javiercasoiglesias.blogspot.com.es/)
Carlos Ortiz de Zárate considera que su novela Cowboy from Brooklyn es un avance en el cumplimiento de dos de sus asignaturas pendientes: la escritura creativa, que siempre ha tenido que dejar para “mañana” por “imperativos categóricos” y novelar su artículo “El discurso de la arrogancia”: http://www.rebelion.org/hemeroteca/imperio/040120ortiz.htm, que publicó a principios del milenio. Nació en Santurtzi en 1944 y tuvo mucha dificultad para encontrarse en un mundo que no comprendía y que nadie le podía explicar. Víctima del Nacional Catolicismo y hasta incluso del Estudio General de Navarra, nombre que tomaba entonces la universidad del Opus tuvo que trasladarse a Francia (Lille), por consejo de una psiquiatra, que aconsejó a su familia que lo sacara de un ambiente que no podía sino destruirle. Tuvo la gran suerte de encontrar personas que le ayudaran, eran otras épocas y pudo continuar sus estudios trabajando. Tuvo, sobre todo, la suerte de encontrarse una universidad dotada con profesores como Pierre Bourdieu y con la germinación y estallido de mayo del 68.
Estos detalles explican el retraso en el cumplimiento de su deseo de escribir, compaginar el trabajo con los estudios, la militancia y su carrera, pero, sobre todo, explica el carácter del protagonista de su novela, Alain de Milly, hijo del delirio de Roseline, miembro de la aristocracia rural francesa afín al PCF, muy brillante, quien abandona todo, para trasladarse a Charlottesville y centrarse en una tesis sobre el semestre que pasó Edgard Allan Poe en la Universidad de Virginia.
En el marco de una borrachera y en la cama que ocupó el autor es concebido un hijo no deseado, Alain, que hereda el delirio, es educado en francés y por tanto es un mal americano, sobre todo en un ambiente tan conservador como lo es el de Charlottesville. Por esto, por el delirio y por su pasión por el teatro, se ve obligado a abandonar su ciudad natal y a trasladarse a Nueva York, en búsqueda del Actors Studio. Tiene 16 años e inicia la década de los 60s.
Su parecido con Pat Dunn, personaje que representó Ronaldo Reagan en Cowboy from Brooklyn y su pasión por las técnicas del actor le hacen caer en las redes del entonces todopoderoso patrón del sindicato de actores, quien lo utiliza, en negro, para evaluar sus discursos en las dependencias de la General Electric.
Alain nunca será actor, su maestría le atrapa en la carrera política de Reagan y de los sucesivos presidentes USA hasta Bush junior, quien lo cede a Cecilia Sarkozy, hasta que es reclamado por Bill Clinton para las primarias de Hillary.
Carlos Ortiz de Zárate, quien reconoce compartir con el protagonista el síndrome de Peter Pan, la búsqueda febril de una infancia perdida y nunca recuperada no es Alain, pero sufre con él impacto del “Discurso de la arrogancia”, que destruye el efecto de la “movida”, que viven tan de cerca Roseline y el entonces marido de ésta Chris Dunn, quien despertó la pasión por el teatro en Alain.
La novela logra mostrar los efectos del “discurso de la arrogancia”, con una lectura fácil, que hace vivir el desagarre, los escándalos y los atentados de los 60s USA, los impactos de los recortes sociales de Bush junior y las locuras de la primera parte de la presidencia Sarkozy.
Para Daniel H. Pagueaux, emérito de la Sorbona, se trata de una picaresca postmoderna y el autor está presente en la misma. Es posible, porque el primero ha sufrido mucho su implicación de un 68 que no completó su misión, porque dividido en grupúsculos, terminó con de Gaulle, pero dio la victoria al gaulismo.
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