Antonio Criado Barbero | Secretario General de Iniciativa Socialista de Izquierdas (ISI)
No se quién eres, ni qué cargo ocupas en el sindicato UGT, pero lo tuyo querida es una vergüenza.
A la señora rubia "jefa o dueña" de la pancarta sindical Andaluza portada el pasado sábado 15-S en Madrid.
He querido dejar pasar unos días para no hacer daño a los objetivos marcados en la manifestación del sábado 15-S en Madrid, pero como pienso que mi obligación es denunciar la actitud mostrada -para mi asombro y vergüenza- por usted, pues aquí lo hago públicamente. A usted le afloró el sábado un tic autoritario de nuevo jefecillo o aspirante a manijero, esos del látigo. Si esa es tu práctica habitual de relación con los de abajo, les voy a dar la razón a los que dicen, que habéis perdido el norte y, por supuesto, el sur.
Voy al grano. Con un buen ambiente de lucha y camaradería se presentaba la mañana en la plaza de Neptuno, a la hora fijada se despliega la pancarta principal de cabecera. UGT, CC.OO y un grupo de personas con la complacencia de los compañeros de organización se cogen a ella y, entre cantos y proclamas dirigidas por el compañero de megafonía, se hace hora para el inicio de la marcha; cuando se han recorrido unos metros comienzan a llegar dirigentes de ambas organizaciones (UGT y CC.OO.) que nos dicen que el acuerdo es que la pancarta la compartan un numero similar de miembros de UGT, de CC.OO y de las organizaciones sociales; Este acuerdo duró hasta que recorrimos diez metros en la manifestación, hasta que llego ella "el ama", la dueña, una señora o señorita rubia, que a gritos y empujones reclamaba su sitio en la pancarta; señora o señorita que se enfrentó de muy mala manera a los compañeros que estaban en la pancarta, reclamando de muy malas formas a los de organización que echasen de la pancarta a los que no eran cargos sindicales, entre empujones y descalificaciones; esta señora o señorita prepotente le llego a decir, hasta en dos ocasiones, al de organización "desalójame la pancarta que es nuestra, la hemos pagado nosotros", a lo que este hombre le respondió "no me crees problemas por favor, haber estado a su hora".
De verdad que fue de vergüenza, humillante y de seguro que no hará sindicato que no la sintiera de entre todos los que estábamos en los alrededores y de los que se le enfrentaron, al grito "de no nos representáis".
La impresión que nos llevamos, los que por allí estábamos, es que esta señora estaba allí equivocada, ya que se mostraba con una prepotencia, unos aires de nueva rica, con unos tic facistoides más adecuados a la derecha casposa y trasnochada, que a una dirigente de una central obrera, la UGT.
Qué pena, que desilusión de que personas como esta desprestigien las buenas practicas sindicalistas, decía ella "esta pancarta es nuestra, pagada con nuestro dinero, la hemos pagado nosotros", por mi parte le pregunto: ¿Quiénes querida, quienes sois vosotros si así tratáis a los obreros? Ni se quién eres ni me interesa, lo único que me duele es que personas como tú, con actitudes retrogradas y totalitarias como la tuya, el sábado desprestigiarais el sindicato obrero que un día ayude a construir.
Algunos compañeros salieron de allí llorando de rabia, yo solo te digo que sentí mucha pena, ¿en que manos ha caído el sindicato UGT?
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