Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social
El Barómetro de la empresa de investigación sociológica Celeste-Tel, realizado a principios de este mes de septiembre, supone para el Partido Popular de Extremadura una verdadera debacle electoral sin precedentes.
El Barómetro de la empresa de investigación sociológica Celeste-Tel, realizado a principios de este mes de septiembre, supone para el Partido Popular de Extremadura una verdadera debacle electoral sin precedentes.
El Partido Popular de Extremadura, en menos de un año, ha perdido 11 puntos en intención de voto; del 51,8% de los votos en la región, se quedarían ahora en el 40%.
El PSOE mejoraría cinco puntos porcentuales los resultados electorales cosechados el 20N, pasando del 37,6% de los votos en Extremadura a superar al PP con el 42,3%; e IU y UPyD mejorarían en tres puntos porcentuales sus resultados. IU lograría el 8,7% frente al 5,8% obtenido en las últimas elecciones, mientras que UPyD doblaría sus resultados al pasar del 3,5% al 6,7%.
Si extrapolamos los porcentajes que ofrece el Barómetro de Celeste-Tel al ámbito autonómico, y los traducimos en escaños en el Parlamento de Extremadura, nos encontraríamos con el siguiente resultado: PSOE 32 diputados/as, PP 25 diputados/as, IU 5 diputados/as y UPyD 3 diputados.
La lectura que se podría hacer de estos resultados sería muy lampedusiana, esto es: "algo debe de cambiar para que todo siga igual". Indistintamente del Partido del Turno (PPSOE) que gobernara, el bipartidismo seguiría vivo; no siendo capaces ni IU ni UPyD de consolidarse más allá de su estatus de meras fuerzas satélites y accesorias del mismo.
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