Cuando, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la concepción de la clase política como un problema sigue una línea ascendente, nueve puntos por encima de la registrada a principios de año; su cota más alta de la democracia.
Cuando, según el último sondeo demoscópico realizado por 'El País', el 84% de los electores cuestiona al presidente del Gobierno (Mariano Rajoy) y el 77% no confía nada en el líder de la oposición (Alfredo Pérez Rubalcaba).
cuando casi la mitad de las personas que los votaron (al PPSOE) no lo volverían a hacer, cuando se confirma el hundimiento del bipartidismo PPSOE (apenas superan el 50% juntos), cuando la izquierda tradicional que encarna IU también se estanca y no es capaz de recoger los millones de votos que pierde un PSOE situado ahora en porcentajes del 20% cuando su media siempre ha sido superior al 40%.
Cuando todo esto ocurre, surgen con fuerza en el horizonte político opciones ciudadanas llenas de vida, dinamismo y esperanza. Un ejemplo de ello lo tenemos en la Comunidad Valenciana con la Coalición Compromís (Coalición Compromiso en castellano). Una coalición con un firme compromiso con los ciudadanos y que, según las últimas encuestas, duplicaría su número de votos. Una coalición que cuenta con más de 500 concejales en el País Valencià, con representación en las Cortes Valencianas y en el Congreso de los Diputados. Una coalición que ha sabido poner a sus representantes políticos al servicio de la ciudadanía, como así lo prueba la iniciativa Queremos Saber, impulsada por la Oficina Parlamentaria de Compromís; y que garantiza el derecho de fiscalización de los poderes públicos por parte de los ciudadanos (http://queremossaber.net/).
Estamos en el siglo XXI y los viejos esquemas partitocráticos ya no sirven. El futuro es ciudadano y es transversal. Ahora de lo que se trata es de poner los intereses de los ciudadanos por encima de las predilecciones de los partidos, y gestionar en bien del pueblo.
Como certeramente indica el analista político Jaime Miquel Andrada: "los electores no se dividen ya entre los que son de izquierdas y los que son de derechas, pues la dialéctica izquierda-derecha se quedó en el siglo XX; lo hacen ahora entre los que son sumisos a las políticas de la Unión Europea, que es quien tiene el mando, o insumisos a estas, y en consecuencia a los Gobiernos de turno que haya en España".
Cada día más y más personas toman como referente a la Coalición Compromís, también a Convergencia por Extremadura (CEx) por esa decidida apuesta que asumimos de ciudadanizar la política, la economía y la democracia. Hemos de sentirnos orgullosos, pues hemos diseñado un instrumento útil a la ciudadanía, un verdadero Caballo de Troya de la Ciudadanía Organizada.
Ahora de lo que se trata es de ser capaces de conformar un referente estatal capaz de representar a un 35 o 40% del electorado.
O la ciudadanía es capaz de articular un espacio ciudadano propio que la represente e integre, de esta dimensión que se propone, o no podremos parar las políticas de recortes dictadas desde la Troika Comunitaria y aplicadas a la ciudadanía española por los partidos sumisos a la doctrina neoliberal. O conseguimos conformar ese amplio consenso ciudadano y representarlo fielmente en las instituciones democráticas, o todos nuestros esfuerzos por parar los recortes de derechos sociales y laborales serán inútiles.
Creo sinceramente que si seguimos la senda que está marcando la Coalición Compromís aún será posible soñar con un futuro lleno de esperanza.
Como dijo el poeta libanés Khalil Gibran, por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social.
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