Muy buen análisis realizan mis compañeros de CLI sobre el PSOE. Lo suscribo en su totalidad: "el PSOE casi carece ya de bases, es un sindicato de cuadros y cargos públicos, son algo de acompañamiento en general o bien personas jóvenes que aspiran a cargos públicos y por tanto ha hacer carrera, luego hay en realidad poco que rascar".
Plantean también la existencia de una disyuntiva: la de partido versus movimiento social. Por mi parte pienso que debemos de ir más allá y transformarnos, como CLI, en un movimiento ciudadano que no renuncie incluso (junto con otros) a autorepresentarse institucionalmente.
Resulta llamativa la autocomplacencia de la jerarquía académica, productora de muy interesantes ensayos y tesis pero incapaz de advertir, durante tres décadas, del cataclismo que tendría que producirse en ausencia del mas mínimo control ciudadano sobre la función de representar. Lo mismo que la miopía de una parte de clase periodística creadora de opinión a la que le está pasado la realidad por encima. No se han enterado: la confianza ciudadana en el sistema de representación por partidos ha quebrado en España, y esto ha sucedido ente los meses de junio y julio de este año... Esto lo dice Enric Morera, Síndic del Grupo Parlamentario Compromís en las Cortes Valencianas
De unos meses a esta parte el modelo partitocrático ha caído como un castillo de naipes. Se ha hundido como el Titanic, ha quebrado en tu totalidad. Las formas de representación al uso ya no nos valen, hay que reformular otras nuevas. Hay organizaciones que se han dado cuenta de ello y están transformándose, a pasos agigantados, en verdaderos movimientos ciudadanos capaces de dar cabida a la insumisión ciudadana. Movimientos ciudadanos con menos ideología y más praxis. Ha llegado la hora de la verdad. Se requieren conductas que transformen la realidad, no discursos que evidencien la impotencia en el saber hacer. Es el momento de menos predicar y más dar trigo.
Como dicen María Teresa García y Eligio de la Puente, licenciada e Instructor respectivamente de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, en un artículo publicado por la Revista Cubana de Psicología, sobre la no correspondencia entre la conducta verbal y la conducta real: "La existencia de la conducta verbal, en detrimento de la real implica la no presencia del mecanismo regular del comportamiento y la actividad del individuo por lo que aunque este conozca y defienda la norma a nivel de juicio, no orientará su conducta de manera efectiva hacia la norma". En el mismo estudio se indica que Piaget consideró que entre la conciencia de la regla (conocimiento de la norma expresada verbalmente) y la práctica (conducta real) existen diferencias con predominio de la conciencia de la regla respecto a la práctica de la misma. Menciona también el estudio a otros autores como Makarenko, Bacilova, Zhaborenko, etcétera. Y se detiene, por su importancia, en los criterios de E.V. Subbotsky, quien ha realizado diferentes investigaciones estudiando el problema de la no correspondencia de la conducta verbal y la real.
Los científicos y los ciudadanos se han dado cuenta de esto, o sea, del problema que acarrea la no correspondencia de la conducta verbal y la real. Carlos Marx fue un avanzado a su época, dándose cuenta de este problema dijo aquello de "las clases populares no tienen ideología que realizar", pues “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Tesis XI sobre Feuerbach.
Las siglas, las banderas, los discursos, las ideologías, al igual que las religiones, son, como las conductas verbales, comportamientos débiles (dime de qué presumes y te diré de qué careces), son fantasmagorías, deificaciones, reificaciones; son cantos de sirenas que nos apartan del objetivo a conseguir, de la conducta real a realizar. Hemos de dejar de analizar declaraciones y empezar a analizar prácticas concretas y reales de las partitocracias, de las autoproclamadas de izquierdas también, antes de otorgarles nuestra confianza. La ciudadanía ya lo está haciendo, el 47,2% está ubicada en la abstención, el PPSOE baja a la mitad su porcentaje de representación e IU está estancada en su crecimiento, pues las relaciones que establece en su seno son de poder y no de cooperación y esto la ciudadanía lo evidencia; Más de lo mismo: No gracias.
Vuelvo a insistir de nuevo en lo que indica el analista político Jaime Miquel Andrada: “los electores no se dividen ya entre los que son de izquierdas y los que son de derechas, pues la dialéctica izquierda-derecha se quedó en el siglo XX; lo hacen ahora entre los que son sumisos a las políticas de la Unión Europea, que es quien tiene el mando, o insumisos a estas, y en consecuencia a los Gobiernos de turno que haya en España”.
El fin de las ideologías, un retorno a la praxis se podría titular esta reflexión que os hago y que espero anime a continuar con este interesante debate.
Recibid un cordial saludo.
Atentamente,
Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social.
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