Opino, así lo he manifestado en público y en privado, que para llevar a IU al lugar que debe de ocupar en una estrategia unitaria de la izquierda alternativa se ha de ser mayor en dimensión que IU. El comportamiento político de IU como grupo así lo evidencia y los ejemplos lo constatan: Anova-IU, ICV-EUiA, CHA-IU. Está comprobado que IU solo abandona su identitarismo excluyente y sectario -entiéndanse estos términos en su acepción analítica- cuando a su lado se sitúa un grupo político de la izquierda alternativa mayor en tamaño y en sensatez política.
Por eso es necesario, si queremos influir en IU, sumar con otros y ganar a IU en tamaño; pues desde una posición de debilidad (numérica) y, por tanto, de falta de autoridad (numérica), nunca modificaremos el comportamiento político de IU. En IU las evoluciones cognitivas y de comportamiento político se dan de una forma muy clásica, esto es, a través de la Ley de la transformación de la cantidad en calidad.
El comportamiento político de IU es idéntico al del PCE. Ese comportamiento político se basa en una estructura piramidal y de poder; el centralismo democrático es un eufemismo que quiere decir poliarquía, esto es, dictadura de una parte sobre el todo; arrasando los derechos de las minorías. Es un modelo autoritario y, como todo modelo autoritario, refleja a las claras sus debilidades; esto es, envalentonamiento ante lo pequeño y débil y acobardamiento ante el fuerte. Las estructuras de poder todas funcionan de la misma manera. Ante ello la mejor respuesta es la estrategia de la cooperación amplia. Sumar y sumar aliados para que lo que se visualice como pequeño sean aquellos que defienden estructuras de poder.
Todo acontece muy deprisa y en los próximos meses vamos a empezar a observar apuestas claras y decididas. Una vez que pasen las elecciones en Catalunya todo el mundo tendrá las manos libres para moverse con entera libertad. A IU, igual que al PSOE, se la observa como lo viejo; como la izquierda tradicional a superar. Muchos de sus comportamientos políticos así lo evidencian.
Es positivo ocuparse de los huérfanos de referente y militancia política e incorporarlos a nuestro proyecto, pero no debemos de perder de vista que la base sobre la que se va a conformar ese nuevo espacio político que articule la rebelión ciudadana va a ser lo que ya existe.
Ahora le toca a IU abandonar la arrogancia y la prepotencia y ponerse a negociar un acuerdo satisfactorio para todas las partes, muy inclusivo. A nivel estatal entre Compromís, ICV, Primavera Andaluza, Anova-Espacio, CHA, PSM-IV hay muchas coincidencias; y a nadie se le oculta que muchos estamos con ellos. IU debe de superar sus contradicciones y decidir "que quiere ser de mayor". Puede optar por ser el KKE (Partido Comunista de Grecia) del Estado español. O sumar junto a la Syriza que más temprano que tarde es evidente que surgirá, los tiempos y la realidad así lo demandan. Pero para esto IU debe de renunciar a muchos de sus vicios, formas, hábitos, usos y costumbres. Lo obvio es que el Titanic de la izquierda tradicional se hunde; el futuro es ciudadano y es transversal, y la acción política exitosa continental.
El modelo clásico de partidos ha quedado obsoleto. El tsunami ya está afectando al PSOE de lleno, pronto le tocará el turno a la otra representación de la izquierda tradicional, esto es, a IU. Como dice Enric Morera, Síndic del Grupo Parlamentario Compromís en las Cortes Valencianas: "No se han enterado: la confianza ciudadana en el sistema de representación por partidos ha quebrado en España, y esto ha sucedido ente los meses de junio y julio de este año...". Ya estamos en el tiempo de la revolución ciudadana. Las formas de representación al uso ya no nos valen, hay que reformular otras nuevas y hay que hacerlo deprisa. Hay organizaciones que se han dado cuenta de ello y están transformándose, a pasos agigantados, en verdaderos movimientos ciudadanos capaces de dar cabida a la insumisión ciudadana. Jean-Luc Mélenchon, del Front de Gauche, ya está instalado también en este discurso de la rebelión ciudadana, al igual que Alexis Tsipras de Syriza; discurso que en Galicia está presente en las palabras de la Anova de Beiras.
Vuelvo a insistir de nuevo en lo que indica el analista político Jaime Miquel Andrada: “los electores no se dividen ya entre los que son de izquierdas y los que son de derechas, pues la dialéctica izquierda-derecha se quedó en el siglo XX; lo hacen ahora entre los que son sumisos a las políticas de la Unión Europea, que es quien tiene el mando, o insumisos a estas, y en consecuencia a los Gobiernos de turno que haya en España”.
Y ya que hablamos de Jaime Miquel, comparto con vosotros un excelente y genial artículo de este magnifico analista electoral y ex director general de Gallup España (una de las empresas demoscópicas más prestigiosas del mundo), creo que acierta de pleno en su respuesta a la pregunta sobre qué han votado los 201.271 electores de la Alternativa Galega de Esquerda (AGE). Espero que os guste y que pueda animar el debate sobre cómo construir un frente amplio ciudadano, antineoliberal e insumiso a la política única de la Unión Europea. A continuación el enlace a este artículo de Jaime Miquel titulado Electores resignados e insumisos.-
El siguiente es el párrafo del artículo citado que más me gusta: "¿qué es lo que han votado los 201.271 electores de AGE? ¿Son sobre todo nacionalistas? No. ¿Son gallegos que se han convertido al comunismo de Cayo Lara? Tampoco. Son electores que han identificado a Beiras como un aliado en las instituciones para hacer frente a la política unificada de reducción del déficit público. Son los mismos que los votantes de Compromís en la Comunidad Valenciana, Cinco Estrellas en Italia o Syriza en Grecia. Y el factor aglutinante es común: la insumisión a la política única de la Unión Europea. Son electores que votan a quien se oponga frontalmente a esta. Desde Syriza, no hay que ser sistema ni parecerlo para ser opción de gobierno".
Estas son mis ideas que dejo a vuestro mejor criterio.
Atentamente,
Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social.
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