El tercer espacio de la izquierda. El de la izquierda ciudadana y popular

Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social

¿Qué culpa tengo yo de tener la sangre roja y el corazón a la izquierda? Ernesto Che Guevara

Les trasladaba ayer como sugerencia a mis compañeros de COMPROMISO - la izquierda que podríamos invitar al próximo Acto Público que organicemos a ese gran técnico en materia electoral que es Jaime Miquel (Analista electoral y ex director general de Gallup España), para que con datos en la mano nos ofreciera una visión objetiva de las posibilidades que tendría ese espacio político que nos es propio, esto es, el denominado el de la izquierda ciudadana y popular, en caso de aventurarse a presentarse a unas elecciones de una forma autónoma de la vieja izquierda tradicional y conservadora.

Parece ser que, según los datos con los que trabajan los analistas electorales, este espacio podría recabar más de ese 50% de los votos que pierde el PSOE socioliberal y que no van a parar a la IU-PCE; más un buen número de votos que saldrían de la abstención y que la vieja izquierda tradicional y conservadora es incapaz de atraer.

Este tercer espacio de la izquierda, esta nueva izquierda ciudadana y popular superaría a la IU-PCE en intención de voto en más de 5 puntos, quedando igualado al PSOE socioliberal. Tendríamos así un mapa electoral a nivel estatal muy reforzado por la izquierda con una mayor operatividad en la defensa de la ciudadanía que esa lánguida y derrotada suma del PSOE+IU-PCE que en estas últimas décadas no nos han reportado más que indefensión y pérdida de derechos; y para muestra no hay más que ver como estamos.

la Coalició Compromís está demostrando en el País Valenciá que este espacio existe y es posible organizarlo. Pero para estructurarlo y articularlo se requiere una organización, de ámbito estatal, similar a lo que representa la Coalició Compromís en el País Valenciá; y, como nos sugeriría de estar hoy con nosotros Ernesto Che Guevara al que citaba al principio de este artículo: "Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia".

Por tanto, a organizarse toca si de verdad creemos en que otro mundo -diferente al destartalado y ruinoso que en herencia nos ha dejado la vieja izquierda tradicional- es posible.