lunes, 5 de noviembre de 2012

Situación de impasse y estrategia a seguir en la construcción de la alternativa al sistema


Hola compañeros/as y amigos/as:

Soy de los que suelo decir aquello que pienso y este es un momento en el que toca hacerlo. Así que ahí va: La izquierda en su conjunto, así como todas las familias que agrupa y acoge, se encuentra en una situación de impasse ¿Cual es la causa?

Es obvio que la izquierda tradicional está en declive y amenaza ruina. Al PSOE ya no hay quién lo salve, va a pasos agigantados hacia la pasokización; e IU solo se libra de la quema cuando agarra algún flotador en su entorno como Anova, CHA o ICV.

Los tiempos están cambiando a pasos agigantados. La gente ya está cansada de tanta ideología que, como certeramente la calificó Marx, es una escisión de la conciencia que produce alienación del ser humano; pues lo transforma en dogmático, sectario, adoctrinado y proselitista. No hay más que observar como se comporta un militante de esa izquierda más tradicional para verificar esto que digo. Pues están, como si de adeptos de una secta se tratara, cegados para ver la realidad.

Este cegamiento impide caminar, ralentiza mucho el paso en el camino hacia una sociedad mejor sin explotadores y explotados. Este cegamiento es el que nos mantiene en una situación de impasse.

La filosofía de la praxis entiende al ser humano como un animal praxeológico, hace cosas. Verum est factum. En la práctica es en donde se demuestra la verdad. El conocer es un hacer. El ser humano no es homo sapiens, sino más bien homo faber; esto es, que adquiere el conocimiento por aquello que hace. La II Tesis sobre Feuerbach de Marx es muy clarificadora sobre este asunto, pues indica que "es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento".

Es obvio que todas aquellas fuerzas políticas que desean la perpetuación de este modelo de sistema de explotación y dominio defiendan, con uñas y dientes, la necesidad de ideologías; pues lo que en verdad desean es que la mayoría de la población siga con los ojos cerrados, manteniendo comportamientos, conductas y hábitos alienados, dogmáticos, sectarios y proselitistas. O sea, que sea incapaz de hacer por sí misma.

Para salir de este impasse hemos de hacer, hemos de volver a nuestros orígenes praxeológicos. Hemos de aparcar tanta ideología debilitadora y disgregadora y confluir estableciendo programas y hojas de ruta en los que se indique, de forma muy sencilla y clara, qué hemos de hacer en la práctica para superar este sistema de explotación y dominio que nos asfixia. La literatura para las novelas y otros textos similares. En los manuales de acción a menos florituras más claridad. En resumen: Objetivos, pasos para alcanzarlos y temporalización. Transcurrido el tiempo dado evaluación sistemática sobre logro de objetivos, sin perder el tiempo en justificaciones; sino centrándose en qué hay que variar para alcanzar los objetivos no logrados o estableciendo otros nuevos si la tarea ha sido un éxito.

Como se exponía en el artículo titulado "El fin de las ideologías, un retorno a la praxis" (http://goo.gl/c5fIp), en el que citaba al analista político Jaime Miquel Andrada: “los electores no se dividen ya entre los que son de izquierdas y los que son de derechas, pues la dialéctica izquierda-derecha se quedó en el siglo XX; lo hacen ahora entre los que son sumisos a las políticas de la Unión Europea, que es quien tiene el mando, o insumisos a estas, y en consecuencia a los Gobiernos de turno que haya en España”.

Esto es lo primero. Dejar de etiquetarnos reduccionistamente. Pues lo importante, lo que nos hace diferentes, no es una cuestión de terminología o terminografía; sino de práctica. Hay que ser firmes en los principios y flexibles en las formas. Marx así nos lo sugeriría. Busquemos pues términos que nos incluyan a todos y, especialmente, a los ciudadanos. Términos inclusivos y no excluyentes. Términos además no desgastados o que den lugar a equívocos. Si el término izquierda, socialista o comunista es observado con repulsión o antipatía por una buena parte de la ciudadanía, pues está asociado a los comportamientos partitocráticos de la izquierda tradicional, usemos otro; lo importante es siempre el objetivo. No tiremos al niño junto con el agua de la bañera.

Lo importante es el niño, no el agua de la bañera. Tantos años de aferramiento a las ideologías nublan el sentido común de muchas personas víctimas de este sistema de explotación y dominio. No olvidemos que la ideología es, según Marx, una escisión de la conciencia que produce alienación del ser humano. De esta escisión de la conciencia hay que recuperarse a través del único método efectivo, el del retorno a la praxis, a lo real, a lo tangible. Y lo tangible es ir estableciendo otro modo de relación entre nosotros que nos lleve a la unidad, un modo de relación basado en la cooperación y no en la competición y la lucha por el poder. De esta forma, además, estaremos creando, desde ya, una sociedad nueva.

Como indica Joan Herrera en la entrevista que le ha realizado Orencio Osuna en Nueva Tribuna, y de la que doy cuenta en mi blog (http://goo.gl/AvKfA), tenemos que ir a un proceso constituyente o reconstituyente, hemos de ser capaces de reaccionar y de construir un frente y de plantar cara liderando la alternativa; o eso, o seguiremos siendo subsidiarios y, consecuencia de ello, legitimadores de este sistema. Por tanto, como dice Joan Herrera: "Lo que necesitamos es un momento de unidad y de novedad y eso significa que todos los actores que hay tienen que tender a la suma y a la unidad pero también con elementos de novedad y eso es lo que estamos intentando. Y la demostración de las gallegas y las vascas es una buena constatación. Allí donde ha habido suma, se ha multiplicado no se ha sumado, se ha multiplicado."

Como resumen incidir otra vez en lo mismo: Comencemos a confluir con otras organizaciones sociales y políticas estableciendo programas y hojas de ruta en los que se indique, de forma muy sencilla y clara, qué hemos de hacer en la práctica para superar este sistema de explotación y dominio que nos asfixia. La literatura para las novelas y otros textos similares. En los manuales de acción a menos florituras más claridad. En resumen: Objetivos, pasos para alcanzarlos y temporalización. Transcurrido el tiempo dado evaluación sistemática sobre logro de objetivos, sin perder el tiempo en justificaciones; sino centrándose en qué hay que variar para alcanzar los objetivos no logrados o estableciendo otros nuevos si la tarea ha sido un éxito.

Estas son mis ideas que dejo a vuestro mejor criterio.

Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social

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