Las manifestaciones llevadas a cabo este 14 de noviembre han sido masivas, el éxito de la huelga general ha sido rotundo; pero hay algo que no ha pasado desapercibido, la brutal y salvaje violencia policial que ha marcado esta jornada.
La agresión a un niño por parte de la Policía Nacional en este 14 de noviembre, así como a otros adolescentes que le acompañaban, hechos acaecidos en Tarragona, ha sido la gota que ha colmado el vaso y ha hecho saltar la voz de alarma.
Los sindicatos denuncian "cargas indiscriminadas", "violencia policial sin ninguna justificación", afirmando que el ministro del interior, Fernández Díaz, "sigue aplicando su violencia sistemática y desproporcionada".
En las redes sociales se palpa la indignación, "¡Ya está bien de violencia policial! Eso no son formas, es sencillamente terrorismo de estado", "Es fascismo puro y duro de la peor calaña. El ministro del interior, Jorge Fernández, debería de dimitir de forma inmediata por estos hechos", "no se puede llamar agente del orden público a personas que se comportan como verdaderos delincuentes"; estas son frases que se pueden leer en facebook y en twitter.
Se llama así a los agentes por lo que hacen y por camuflarse en el anonimato, vulnerando de esta forma la ley; pues la Ley 10/1994 del 11 de Julio establece como obligatoria la identificación de todos los policías, incluidos los antidisturbios, con su (TIP) "numero de identificación policial", visible en la parte superior derecha del uniforme.
En países como Alemania los agentes uniformados van correctamente identificados, no solo con su placa y su número de identificación policial visible en la parte superior derecha de su uniforme, sino con su número estampado, en grandes letras, en la parte de la espalda de la prenda del agente.
En un país como España los agentes tapan su número de identificación, lo cual ha llevado a una organización como Amnistía Internacional a iniciar una campaña para denunciar los "abusos policiales" en España, así como para que se tomen medidas encaminadas a garantizar la correcta identificación de los agentes uniformados.
La organización asegura que, en numerosas ocasiones, "funcionarios de la Policía han golpeado reiteradamente a personas que se manifestaban de manera pacífica en cabeza y cuello, con graves lesiones como resultado.
Pese a la gravedad de estos hechos, Amnistía Internacional se queja de la "falta de investigaciones efectivas", de forma que, en muchos casos, las denuncias quedan archivadas "sin apenas investigación", mientras que en otras ocasiones ni siquiera se inicia indagación alguna.
Una de las razones de que esto ocurra es la ausencia de identificación de los agentes en sus uniformes, lo cual facilita la comisión de todo tipo de abusos policiales. Además de la dificultad de identificar a los policías por su uniforme, "los abusos" de los antidisturbios y el archivo de la mayoría de los casos, Amnistía Internacional denuncia que buena parte de esta violencia se realiza con armas de fuego u otro tipo de materiales, como pelotas de goma y gases lacrimógenos.
Por todo ello, y ante los nuevos sucesos acaecidos en el día de hoy, sindicatos y organizaciones ciudadanas condenan la violencia policial en este 14N y exigen responsabilidades.
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